
Que la fortaleza no se agote
Y como brilla el sol
Sigamos a pesar de todo
Por los que nos quieren tanto.
Que no encarcelen nuestras almas
A pesar de los barrotes,
Inequidades y pequeñeces
Liberemos el espíritu.
Y que el frío de los muros
El silencio de las voces
Y lo oscuro de la soledad
No, nos nuble la conciencia.
Con la tristeza de no ser querido
Con la pena del arrepentimiento
Con la intranquilidad del ser
Con el corazón quebrado.
Con la amargura de haber tratado
Con la frustración del fracaso
Con la sorpresa que me diste
Sigo aquí… Sigo aquí.
Mientras pueda escuchar tu corazón
Mi espíritu seguirá vivo
Mientras me refleje en tu retina
Nada… Nada me detendrá.
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